Ubicada en Futrillar, a orillas del Lago Llanquihue, Casa El Faro se presenta como un refugio contemporáneo que combina sobriedad y calidez en medio del paisaje sureño. Su volumetría simple y alargada, junto al revestimiento en madera oscura, dialogan con el entorno natural, evocando las construcciones tradicionales del sur reinterpretadas desde una mirada moderna.

Los amplios ventanales recorren su fachada principal, conectando interior y exterior en un solo espacio visual. La luz natural, la textura de la madera y el equilibrio de proporciones otorgan a esta vivienda una atmósfera serena, cálida y profundamente vinculada con el entorno.​